Renovación de praderas

renovación de praderas
Praderas a principios del otoño, tras un verano con temperaturas extremas y muy seco.

La sequía extrema es uno de los factores determinantes que puede condicionar las praderas, por lo que es preciso seguir la evolución que experimentan los prados con las primeras lluvias del otoño para decidir si es preciso sembrar de nuevo y hacer una renovación de las praderas.

Los prados de corta duración (los italianos) suelen renovarse en el 2º o 3º año. Mientras, en los de larga duración (ingleses) esta renovación se hace habitualmente en el 4º y 5º año. Si con las lluvias de otoño la cantidad de hierba de raigrás es poca se recomienda renovarlo y sembrarla de nuevo.

Recomendaciones para la siembra del otoño

En términos generales, para prados de corta duración se recomienda emplear la mezcla F-2 para la siembra. Sin embargo, para las praderas de larga duración está indicada la mezcla F-4.

Para lograr buenas producciones, se recomienda preparar la tierra lo mejor posible y utilizar maquinaria de precisión y una dosis de siembra de 35-40 kilos por hectárea.

Un buen abonado también será determinante para la cosecha de hierba. Así, es recomendable aplicar purín para el abonado de la tierra o entre 300 o 400 kilos de una fórmula de invierno de fertilización.

Al margen de estas recomendaciones generales para la renovación de praderas, la Cooperativa cuenta con técnicos especializados que pueden ofrecer las indicaciones agronómicas necesarias para lograr buenas producciones de hierba en las praderas.