Desde Friol, Finca de Eiras SL

Antonio Fernández, junto a su hermano Luis Javier, gestionan Finca de Eiras SL, situada en Pol. La granja fue comprada por su padre en 1995, tras llevar toda la vida trabajando como capataz en la misma. Los hermanos se incorporaron a la granja en 1998, año en el que hicieron la primera ampliación grande de las instalaciones, la segunda fue en 2006 y finalmente en 2019 llevaron a cabo la última obra en la ganadería, cuando incorporaron la sala de ordeño trasera de 24 puntos.

Además de la ganadería de vacuno, cuentan con una granja de porcino. De este modo, Antonio se encarga principalmente del vacuno, mientras que Luis Javier gestiona la de porcino. «Decidimos no apostar todo por la producción láctea y creemos que fue lo mejor», explica Antonio. Además, en la granja de vacas cuentan con tres trabajadores para llevar a cabo todas las tareas diarias.

En Finca de Eiras SL tienen 280 animales, de los cuales 160 son vacas en ordeño. Consiguen una producción diaria de 43,5 litros/vaca/día con tres ordeños y unas calidades de 3,7 % de grasa y 3,2 % de proteína. El recuento celular está en las 160.000 y la bacteriología media en 10.000.

La genética es uno de los ámbitos en los que más están trabajando, con la finalidad de conseguir una longevidad mayor en los animales. Así, como criterios principales para escoger los toros están las ubres y patas. «También valoramos otros parámetros como sólidos o que sean A2A2, porque era un tema en el que estaban trabajando en AIRA», destaca el ganadero.

Para la recría, trabajaron con el Centro de Recría de Castro y actualmente tienen en el recinto unos 10 animales, pero a futuro cuentan dejar de trabajar con ellos. «Entramos cuando estábamos en obras, porque no teníamos espacio para la gestión de la recría. Desde hace un año ya dejamos de enviar animales y ahora estamos trabajando en un proyecto de alquilar alguna granja antigua para poder hacer la recría ya nosotros con comodidad».

En la alimentación de los animales, emplean producción propia para las raciones unifeed. Así, la ración de las vacas de producción se componen de 20 kg de silo de maíz, 24 kg de silo de hierba y 14 de la mezcla personalizada. Las xovencas y las sequías comen 17 kg de silo de hierba, 4 kg de hierba seca, 4 kg de silo de maíz y 3 kg de mezcla.

Para la elaboración de los silos disponen de 75 ha (45 ha propias y 30 ha en alquiler) de las cuales, 50 ha destinan a maíz, rotándolas con hierba, y el restante está en pradera permanente. Antonio explica que en cuanto a terreno «no sobraba tener un poco más, sobre todo para el tema de purines, por eso seguimos aumentando en el número de hectáreas». Para llevar a cabo estos trabajos realizan todo ellos incluso, excepto la recogida de los forrajes que la hace AIRA.

LA EXPERIENCIA CON AIRA
¿Cómo es vuestra experiencia con la Cooperativa?
Muy positiva. Llevamos muchos años trabajando con la cooperativa, más activamente desde el año 2000, que ya entré a formar parte de la directiva.

¿Qué consideráis que se debería mejorar en AIRA?
La cooperativa funciona bien, pero quizás podría mejorar en la cercanía con los socios y en la comunicación. Entiendo que actualmente abarca mucha zona y el número de socios es mayor, pero antes de la fusión el trato era más directo.

Creo que queda mucho por hacer en cuanto a comercialización de la leche, es preciso dar pasos en este sentido y no depender tanto de vender a otras empresas. Hay que trabajar más en elaboración y envasado de nuestro producto. Se hizo una inversión considerable y necesitamos sacarle mayor rendimiento.

¿Qué balance hacéis de estos años desde que se llevó a cabo a integración de AIRA?
Las integraciones siempre son buenas. Lo vimos claro desde la primera y yo creo que se debe apostar por integrar las que quedan. Bajo mi opinión, con una cooperativa en Galicia grande sería suficiente. Hay que ser competitivos y eso sólo se consigue siendo grandes.

Empleáis la nueva plataforma de socios para la gestión de tratamientos. ¿Por qué la incorporasteis?
Llevamos año y medio empleándola. Empezamos porque venimos la comodidad que nos ofrecía en cuanto a la receta electrónica y al libro de tratamientos. Agiliza mucho el trabajo y resulta práctica para la rutina diaria de la explotación.

¿Animáis a otros ganaderos a emplearla?
El futuro está ahí. No tienes que estar pendiente de tener todos los libros actualizados, simplemente tienes todo en una plataforma. Puedo entender que la ciertas edades coste más integrarla, pero dedicándole tiempo es fácil de emplear.