Desde Lugo, Casa Crespo

Casa Crespo SC está situada en la parroquia de Santiago de Saa (Lugo) y lleva en funcionamiento más de tres décadas. Comenzó con los padres de Eloy Luaces, quien en la actualidad sigue al frente de la ganadería junto con su mujer, Esther Lage, y su hijo, Víctor Luaces. Este chico se incorporó en el 2019 y con él llegó una ampliación de la ganadería, que aumentó hasta los 56 cubículos, e instalaron el robot de ordeño.

Cuentan con un total de 94 animales, de los cuales 50 son vacas adultas y 44 novillas, además 42 de las vacas están en ordeño. El promedio de producción se sitúa en los 43,26 litros por vaca y día, según el promedio de la última semana de junio. El porcentaje de grasa está entre el 3,5 % (verano) y el 3,9 % (invierno), y la de proteína en el 3,24 %. El recuento se sitúa en las 140.000 y la bacteriología por debajo de 10.000.

La alimentación de los animales se centra en silo de hierba a discreción, con bastante fibra, y pienso en robot y estación de alimentación. La hierba la recogen de las 26 ha (20 propias y 6 arrendadas) que cultivan a raigrás y en las que hacen entre 2 y 3 cortes. «La producción que recogemos es justa para alimentar a todo el ganado. Llevamos ya dos años que compramos rollos de hierba». Eloy destaca que «los trabajos agrícolas los hacemos todos por la tarde, buscando que no haya nieblas ni el «orballo» de las primeras horas de la mañana. En verano, si hace calor igual empezamos sobre las 12 del mediodía».

En cuanto a la genética, en casa Crespo tienen claros los criterios que buscan en los toros. Primero, para las novillas es que sean sexados, «también empleamos algunos para las vacas de las que queremos tener una hija», explica Víctor. El siguiente criterio que miran es que sea A2A2, «es el más importante», luego que sean positivos o el más neutro posible en patas retas,  pezones tirando a largos para el robot y finalmente un alto volumen de producción de leche y mayor porcentaje de grasa.

El futuro de la ganadería

Víctor nació en la ganadería y se crio entre los animales, por eso decidió que su futuro tenía que seguir en la ganadería: «Siempre me gustó la vida de la granja». Indica que les iba bien, «habíamos recibido varios galardones por producción anual y como dieron el paso a modernizarnos con el robot pues decidí dar el paso».

Indica que, de cara a cuando sus padres se jubilen, «no sé como va a estar la situación, tendría que contar con empleados o igual valorar juntarme con otra ganadería». Explica que ya lo intentaron hay unos dos años, pero las trabas burocráticas impidieron que se llevara a cabo. «Si cambian las leyes en los próximos años, podría volver a intentarlo».

EXPERIENCIA CON LA COOPERATIVA

¿Cómo es vuestra experiencia con la cooperativa?

Eloy: Llevo más de treinta años en el Consejo Rector y siempre apoyé la cooperativa porque me da tranquilidad. La cooperativa está para prestar los servicios que tiene en las mejores condiciones. Mi relación con la cooperativa es preguntar si disponen de lo que necesito, si me lo pueden ofrecer bien, sino lo busco en otro lado, pero no le reclamo que no lo tenga.

¿Qué consideráis que se debería mejorar en AIRA?
Víctor: Una de las mejoras podría ser agilizar el trámite de receta con la recogida de los medicamentos. Es decir, cuando viene un veterinario y nos receta unos medicamentos, igual cuando los vamos a recoger no los hay. Deberían buscar una herramienta que les permita saber en la delegación correspondiente qué medicamentos necesitamos tener disponibles para poder recogerlos.

¿Qué balance hacéis de estos años, desde que se llevó a cabo a integración de AIRA?

Eloy: un balance muy positivo. Ahora hay la complejidad de que se trabaja a mayores volúmenes, pero se rentabilizan mejor los trabajos.

Empleáis el programa de gestión de tratamientos. ¿Por qué decidisteis incorporarlo?
Víctor: Ya fuimos una de las granjas que formamos parte del proceso de implementación. Consideramos que es un avance importante. Facilita mucho los trabajos y no hay que introducir tantos datos.

¿Animáis a otros ganaderos a incorporarlo?
Víctor: Sí, por supuesto. Cuanto antes empiecen a emplearlo, mejor. El futuro pasa por la tecnología y estos programas facilitan el trabajo diario de la ganadería.

Eloy: yo no lo manejo mucho, pero veo que es más simple. Hay que dedicarle algo de tiempo a aprender y es muy útil para la ganadería.