
Moeda Estacas es una de las ganaderías de vacuno de carne socias de AIRA, asentada en el ayuntamiento lugués de As Nogais. Al frente de esta granja en semiextensivo se encuentran Eladio Sánchez, que comenzó con la ganadería hace más de 20 años. Desde hace 10 años también se sumó a la actividad, como cotitular, su mujer Jennifer Busto. En el 2019 constituyeron Moeda Estacas SC y en los últimos años también afrontaron la construcción de nuevas instalaciones para su ganado.
Eladio comenzó con vacas del país, pero hoy en su rebaño hay también otras razas que fueron ganando espacio. «Si por mí fuera tendría sólo Rubia Galega, son unos animales que me gustan mucho, pero los problemas de consanguinidade que está teniendo la raza hicieron que fuera teniendo que meter otras. Nosotros buscamos animales que sean productivos en la ganadería», reconoce el ganadero. Hoy tienen 55 vacas, de las que 20 son de Rubia Galega y tienen además cruces con Limousin, así como ejemplares de Asturiana. Además tienen un buey de raza Limousin, dada la facilidad de parto que ofrece esta raza, aunque hasta hace poco contaban también con otro de Rubia Galega. Después de afrontar la construcción de nuevas instalaciones, la intención es seguir incrementando el número de animales e incluso llegar a duplicarlo.
La ganadería Moeda Estacas está en semiextensivo, de modo que tienen un rebaño que permanece fuera buena parte del año y otro lote en el que las vacas salen al pasto a media mañana y vuelven a la granja a la noche para que los novillos mamen. El hecho de que la ganadería se sitúe en la montaña lucencese, a casi 900 metros de altitud, condiciona también el manejo del ganado. «Desde abril y hasta finales de noviembre, uno de los rebaños permanece en el pasto tanto de día como de noche», apunta el ganadero. El resto de los meses, en pleno invierno, la falta de pasto y las inclemencias meteorológicas, hacen que las vacas tengan que estar en la granja. «El terreno aquí es empinado y blando, por lo que mientras el tiempo no es bueno no podemos llevar el ganado al pasto», comenta Eladio.
Optimizar la producción de las praderas
Lograr un mejor aprovechamiento del purín y tener unas instalaciones más cómodas fueron los motivos que llevaron a este matrimonio a la construcción de la nueva granja. «Teníamos problemas para almacenar todo el purín en los meses de invierno, lo que nos obligaba a sacar el purín cuando teníamos lleno y no cuando realmente sería de utilidad para hacer un buen abonado. Tener las nuevas fosas nos permite lograr una mayor producción de hierba de calidad», recuerda el ganadero.
Además, contar con una fosa de purín bien dimensionada les permite reducir la inversión en abonos químicos. «Este año reducimos mucho la inversión en química al disponer de purín. Complementamos aportándole cal en las parcelas que lo precisaban», detalla.
En la ganadería Moeda Estacas manejan unas 42 hectáreas de terreno que destinan a la producción de pasto, así como de hierba seca y silo de hierba. «Nos encargamos de hacer nosotros casi todos los forrajes que necesitamos en la granja, sólo compramos la paja», apunta el ganadero.
Moeda Estacas es una de las ganaderías que emplea el servicio de comercialización de carne de la Cooperativa para la venta de sus animales
Además de las nuevas instalaciones, aun mantienen una nave de 700 metros cuadrados que aprovechan para el cebo de los terneros, ya que también cuentan con fosas para el purín y amplios espacios que le facilitan tanto el manejo como la crianza de los terneros. «Optamos por tener la mayoría de los becerros en la corte porque así podemos garantizarle que siempre están en las mejores condiciones, es la mejor manera de proporcionarle bienestar todo el año, sin que sufran por frío, lluvia o calor y teniendo siempre comida a libre disposición», apunta. Además, la ganadería se encuentra en la ADS, una medida más de garantizar la seguridad sanitaria de sus animales.
La ganadería Moeda Estacas es una de las granjas que vende sus animales a través del servicio de comercialización de la Cooperativa. Venden sus animales bajo el sello de Ternera Gallega Suprema cuando tienen alrededor de 10 meses y después de estar hasta los 7 meses mamando de las madres. Buena parte de los becerros que venden son machos, ya que las becerras que nacen en la ganadería las crían, en una apuesta por la recría propia.
Publicado en el boletín de AIRA de julio de 2022.